El viernes pasado vinieron a mi casa, por razones que no vienen al caso, Alex y su preciosa mujer.
Tras veinticinco minutos de absurdas trivialidades me comenta el susodicho y no logro recordar a cuento de qué, la suerte que tiene su parienta porque él la educa. Percibo que no es un chiste y le pregunto por el educador de su eminente persona.
Me responde que también es él y adelantándose a más inquisiciones formativas me aclara, por si me quedaban dudas que, respecto a la educación de sus hijos, también reconoce su mérito.
Había tenido un mal día. Saco la navaja, le rebano el cuello y su redonda cabeza cae rebotando por el parquét.
En principio, la femenina propiedad de don Alex se queda paralizada pero, tras unos segundos, emite un estridente grito. Sin otro motivo que el de evitar innecesarias molestias a los vecinos, secciono limpiamente su blanco y delicado cuello.
Unos minutos de convulsiones y todo queda en calma. Lo único que lamento es que el salón ha quedado hecho unos zorros.
--------------
Me dice don Jesús, mi camarero habitual que por cierto carga ligeramente a la derecha, que el Congreso se gasta en traductores para las lenguecillas autonómicas 2 millones de euros al día.
Estoy por insinuarle que quizá la cantidad sea anual pero como se llama Jesús y lo que dice pudiera ser palabra de Dios, no le contradigo.
Tres copillas después, una vez me ha analizado de forma exhaustiva la realidad política y económica de la semana, pasamos a departir de sexo.
Le comento que estoy un tanto flojucho y que, últimamente, sólo echo veinticinco polvos al día. Se descojona y me contesta que no sea bárbaro y que, como mucho, será al año y con la misma. Pues no sé si será al año porque para esto del sexo siempre he sido muy desmemoriado pero, lo que si le confirmo, es que yo siempre he tenido la misma polla y no me gusta que los camareros me la toquen.
Me mira raro y se declina por ordenar la barra. Yo, reinicio la conversación conmigo mismo.
---------------
Una mariconada:
Y otra, con una madurita:
----------------
"La injusticia no está en los que ganan sin mérito sino en los que pierden sin motivo." (esto, lo mismo ya no es tanta mariconada y jode algo más).
----------------
Ayer mi mujer me pilló mirándole las tetas. ¡Esto se me va de las manos!
Tras veinticinco minutos de absurdas trivialidades me comenta el susodicho y no logro recordar a cuento de qué, la suerte que tiene su parienta porque él la educa. Percibo que no es un chiste y le pregunto por el educador de su eminente persona.
Me responde que también es él y adelantándose a más inquisiciones formativas me aclara, por si me quedaban dudas que, respecto a la educación de sus hijos, también reconoce su mérito.
Había tenido un mal día. Saco la navaja, le rebano el cuello y su redonda cabeza cae rebotando por el parquét.
En principio, la femenina propiedad de don Alex se queda paralizada pero, tras unos segundos, emite un estridente grito. Sin otro motivo que el de evitar innecesarias molestias a los vecinos, secciono limpiamente su blanco y delicado cuello.
Unos minutos de convulsiones y todo queda en calma. Lo único que lamento es que el salón ha quedado hecho unos zorros.
--------------
Me dice don Jesús, mi camarero habitual que por cierto carga ligeramente a la derecha, que el Congreso se gasta en traductores para las lenguecillas autonómicas 2 millones de euros al día.
Estoy por insinuarle que quizá la cantidad sea anual pero como se llama Jesús y lo que dice pudiera ser palabra de Dios, no le contradigo.
Tres copillas después, una vez me ha analizado de forma exhaustiva la realidad política y económica de la semana, pasamos a departir de sexo.
Le comento que estoy un tanto flojucho y que, últimamente, sólo echo veinticinco polvos al día. Se descojona y me contesta que no sea bárbaro y que, como mucho, será al año y con la misma. Pues no sé si será al año porque para esto del sexo siempre he sido muy desmemoriado pero, lo que si le confirmo, es que yo siempre he tenido la misma polla y no me gusta que los camareros me la toquen.
Me mira raro y se declina por ordenar la barra. Yo, reinicio la conversación conmigo mismo.
---------------
Una mariconada:
Y otra, con una madurita:
----------------
"La injusticia no está en los que ganan sin mérito sino en los que pierden sin motivo." (esto, lo mismo ya no es tanta mariconada y jode algo más).
----------------
Ayer mi mujer me pilló mirándole las tetas. ¡Esto se me va de las manos!