domingo, 27 de febrero de 2011

Algunas veces, me pongo de uñas...


En especial, cuando los jueces prejuzgan. No me parece, ni útil, ni oportuno, ni provechoso, ni conforme, ni concorde, ni decente, ni proporcionado. Vamos, que el tema me toca los cojones, aunque el juez de marras sea, en esta ocasión, de raza hembra.
Visto del otro lado, nunca le pediría a una prostituta que fuera justa. También me parece inconveniente.

sábado, 26 de febrero de 2011

De anoche, hasta aquí puedo contar.


Ella es una dama, yo un caballero. Ella una bella ninfa, yo un pobre fauno. Quiero pensar que nos volveremos a ver en el Infierno. (Si Dios quiere y el tiempo lo permite, claro está).

martes, 22 de febrero de 2011

Justo, justo, al promediar la tarde...

Al promediar la tarde de aquél día
cuando iba mi habitual adios a darte,
fue una vaga congoja de dejarte
la que me hizo saber que te quería. (Follar).

Y ahí se inició la relación con Platón. Y con el segundo hijo de Judá.
(No es seguro que la poesía sea de Follar).

sábado, 12 de febrero de 2011

Sólo Dios, era perfecto.


Digo era porque, como todo el mundo sabe, hace tiempo que no existe.
Ningún muerto se quedará nunca más sólo. D.e.p.
He decidido hacer, a partir de hoy, lo que me salga de los cojones. No sé donde coño he leído que es bueno para la salud.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Juventud, divino y frágil tesoro.


Por cierto, curioso sujetador minimalista...
Llamóla Utopía, voz griega cuyo significado es no hay tal lugar.

viernes, 4 de febrero de 2011

Borges y el otro y yo con ellos.


Ya ni a él ni a él, ni les ocurren cosas, ni se les ocurren..., una pena.
Y en otro orden de cosas, mira que las hay revoltosas...

Y revoltosos...
"Se cierne ahora sobre el mundo una época implacable. Nosotros la forjamos, nosotros que ya somos su víctima. ¿Qué importa que Inglaterra sea el martillo y nosotros el yunque? Lo importante es que rija la violencia, no las serviles timideces cristianas. Si la victoria, la justicia y la felicidad no son para Alemania, que sean para otras naciones. Que el cielo exista aunque nuestro lugar sea el infierno.
Miro mi cara en el espejo para saber quién soy, para saber cómo me portaré dentro de unas horas, cuando me enfrente con el fin. Mi carne puede tener miedo; yo, no."
Insisto: Ni soy nazi, ni ninguna otra cosa y ni siquiera me llamo José Luis.