viernes, 7 de mayo de 2010

Me hago eco de otros ecos.

Da cierta satisfacción encontrar, de vez en cuando, algo y alguien que coincide con nosotros. Y además cito a un citador lo ya que es triple coincidencia, como un menage à trois.
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AALa cuestión es que el capitalismo no es ya sólo un modelo económico, sino un modelo “cultural”, profundamente implantado en nuestra sociedad.
AAEl trabajador medio tiene como aspiraciones el coche, la hipoteca, la tele y la semana en la playa. Su concepto de triunfar en la vida es tener un coche más potente, una hipoteca más grande, una tele de más pulgadas, y poder irse una semana más a la playa (o bien poderse gastar algo más en la de siempre). Resulta que el empresario tiene estas mismas aspiraciones, aunque algo más abultadas; la diferencia es cuantitativa, no cualitativa. Si sacas al empleado de su papel como trabajador y lo colocas en el de empresario, reproducirá a la perfección el rol que se le presupone a éste.
AALo que quiero decir es que, básicamente, no (sólo) estamos ante un problema de clases (nosotros, los explotados, los buenos, contra ellos, los explotadores, los malos). Es un problema más profundo, a nivel cultural. Todos estamos metidos en la misma dinámica (la aceptamos pacíficamente, sin resistencia), con la salvedad de que algunos pocos consiguen estar más arriba y la mayoría se queda en los niveles de abajo (aunque siempre con esperanzas de ascender). Es todo relativo, una cuestión de donde te sitúes en la escala.AAConozco a más de un sufrido trabajador explotado que cuando ejerce de explotador (por ejemplo, sobre la inmigrante que le limpia la casa) lo hace que da gusto. ¿Acaso no somos también explotadores los de la “working class” cuando compramos cada día productos baratos producidos en régimen de explotación en países subdesarrollados? Nos da igual…
AA¿Este modelo económico-cultural nos ha sido implantado a la fuerza, como sostienen algunos? ¿O bien ha triunfado porque responde a las aspiraciones esenciales de la gran mayoría de la gente, como dicen otros? Vaya usted a saber. La cuestión es que, sea por lo que sea, de momento no se ha alcanzado la masa crítica necesaria para cambiarlo… Ni siquiera con una crisis global.
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"Las posibilidades con las mujeres aumentan considerablemente cuando se deja de pensar sólo en follar."
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Ayer me entró una jeffrilla que perfectamente podría estar de viaje con el Imserso y anteayer una rubia tetona cuando estaba con una morena (de las que tienen patas). Estas nuevas posibilidades dan que pensar...
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De cuando nuestro cine no era industria cultural.

Pues eso, pondremos la música más baja, como antes mandaba Dios.

6 comentarios:

  1. Pero no se puede salir, no se puede salir, no se puede S A L I R R R R r r r r.

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  2. ¡Trata de arrancarlo! ¡Trata de arrancarlo!
    ¡Trata de arrancarlo, Donna, por Dios!

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  3. ¡No, eso no Donna, por Dios!
    ¡Me refiero al COCHEEEE!

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  4. Y no sólo con las mujeres...

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  5. Pero hombre de Dios, lo de poner la música más baja es por no molestar a los vecinos.
    Y "en otro orden de cosas" a ti que te gustan los límites..
    Nada más excitante que intentar que te la chupe una morena (de las de sin patas). Lo mismo así se te quitaba la tontería.
    Y no me borres que el Señor te puede castigar y enviarte siete años de buena suerte..

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