"Como no existen personas enteramente sanas al decir de los doctores, podría también decirse, conociendo bien al hombre, que no existe uno exento de desesperación en cuyo fondo no habite una inquietud, una perturbación, una desarmonía, un temor a algo desconocido o a algo que no se atreve a conocer, un temor a una eventualidad externa o un temor a sí mismo; así como dicen los médicos de una enfermedad, el hombre incuba en el espíritu un mal cuya presencia interna le revela, por relámpagos y en raras ocasiones, un miedo inexplicable." Kierkegaard.
----------------------
En cualquier caso, no conviene ponerse nervioso. Y ya sabéis, esperar, tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario