En definitiva: Que se puede (y se debe y más en el Congreso) decir cualquier cosa u opinión sobre las cosas pero, por favor, gilipolleces, no.
Y por cierto y como me llamo Pachi: Yo no sé quién ha sido el hijo puta que ha mandado a este aldeano, no a un concurso de partir troncos, sino a Madrid a hablar de economía donde los leones. Y mira que les dijimos a estos que de las bombas pasaran a los txistus o a las zambombas, pero ni caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario