Se ha preguntado si conviene amarse a sí mismo con preferencia a todo lo demás o si vale más amar a otro; porque ordinariamente se censura a los que se aman excesivamente a sí propios, y se les llama egoístas, como para avergonzarles por este exceso. Realmente el hombre malo sólo obra pensando en sí mismo, y cuanto más malo se hace, más se aumenta en él este vicio, y así se le echa en cara que nunca hace nada fuera de lo que interesa a su persona. El hombre de bien, por el contrario, sólo obra para hacer el bien, y cuanto más honrado se hace, tanto más se consagra exclusivamente a hacer el bien, y tratándose de su amigo, hasta se olvida de su propio interés.
Pero se dice... (Continuará... O no.)
-------------------------------------------------------------------
En parecido orden de cosas y salvando, con egoísmo bien entendido, las lógicas distancias:
-------------------------------------------------------------------
Y para terminar algo de musiquita, que no todo va a ser ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario