No pican los peces.

Con este post, cumplo los dieciocho en este chocho.
Y no pican los peces.
O no sé pescar (lo más probable) o no hay peces en el río (que también parece ser) o no les pongo un buen cebo (será que para lo que les doy...) o sencillamente es que no les sale de los cojones picar (a lo mejor no tienen hambre...)
El caso es que no pican y me empieza a ser insuficiente este arte de enhebrar tantas lombrices.
Voy a ampliar el negocio. Me voy a hacer un pez y voy a dedicarme a comentar.
Y como contestarse a uno mismo parece vicio onanista, voy a visitar otros ríos, a buscar los pescadores, a aprender de como pescan e intentar llevarme la carnada.

El caso es tocar siempre los huevos.

¿Que si cerramos Garoña?

Lo que más me jode de lo de Garoña no es que no la cierren, que por supuesto también, sino que sea privada. Y es que el CSH, Consejo de la Seguridad de no se que Hostias, dice...
¡Pero si comen todos estos capullos del mismo plato!
¡Y es que la bomba puede estar en manos de un tuercebotas como el mamón del Florentino!
Pero vamos a ver, si lo de las eléctricas son habas contadas, si se trata de dar a la manivela, si tienen regulado el precio, si los consumidos consumidores consumimos en sus manos (por no decir que les consumimos la poya)..., ¡joder!, pues ¡dejémonos de vainas! ¡Les compramos el chiringuito!
Sí, ¡cojones! se me ha entendido bien, ¡las nacionalizamos!, con un par.
(¡Coño, cómo me rejuvenece esto!)

Y ya que nos ponemos, algo habrá que hacer con los bancos...A estos no les vamos a nacionalizar que les vamos a hundir, como si fueran barquitos. Pero eso sí con sus mismas y nobles armas, con la sacrosanta y libre competencia.
(Ya, hasta se me calienta la boca)

Y a partir de ahora o la peña se pone a trabajar o se rasca los cojones y a su bola, incluyendo a JC y su panda. ¡Que ya está bien de llevar tanta gente en la chepa!
Sí señor, me he quedado como Dios.

Por cierto se dice por ahí que no todo el que diga ¡Señor, Señor! se salvará pero, tal como van las cosas, conviene ir a hablar pronto con Zapatero. Por si se acaba el parné.

Soy un cabrón.

Me cruzo con Arquímedes feliz como una perra. Y me comenta su descubrimiento.
Me dice que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del volumen de fluido desalojado. Que lo tiene claro y que es de puta madre. Se me queda mirando...
-¿Estás seguro?, ¿sabes el porqué?, le pregunto.
- ¡Joder!, si sucede es que debe ser posible, me dice Arqui.
- No, si hasta ahí llegamos pero, ¿sabes por qué?
Nos despedimos porque tiene que pasar a recoger a los niños.
Se va jodido.

¿La mató porque era suya?

Nos cuentan que hoy otro menda se ha cargado a otra menda. Y van contadas treintaiunas violencias de género.
Después el amateur verdugo se nos ha suicidado con lo que fácil nos ha puesto de la víctima su alejamiento, (no hay más que enterrarles lejos al uno de la otra).
Sin embargo va a sernos algo más dificultoso a nosotros, verdugos titulados, ejecutar el justo y preceptivo castigo. (a no ser que, como hacen los judíos expertos en estas lides, vayamos a dar cera a la familia...)
Como parece claro que matar a otro para después matarse uno no es una posición muy ganadora alguien, machista o feminista, podría plantearse aquello tan clásico de que lo que sucede va a ser que será por algo.
Pero no, error meridiano es esta tentación de ponerse a hurgar en los porqués de las cosas. Sencillamente, no nos lo cuentan para esto.
La cosa va de estar entretenidos animando a nuestro genérico equipo mientras esperamos el retorno de la Liga. No vaya a ser que nos acostumbremos a pensar y descubramos el mecanismo del chupete.

El síncope de Sarkocy.

No es que sea Nicolás santo de mi devoción. Ni me creo que haya sufrido una pérdida repentina del conocimiento y de sensibilidad haciendo footing, que su cosa viene de lejos, pero creo que hay ciertas estupideces que deberíamos prohibir aunque sólo sea para no dar mala imagen cuando nos visite vida inteligente.
No sé quién sería el primer ser humano al que se le ocurrió la soberana gilipoyez de hacer deporte.
Y para rematar la jugada y que resulte más descansada, ahora basta con mirar como otros juegan al teto.
Y, si se consigue que los miradores paguen por ello, como mucho más mejor, que hay que sacar partido a los descerebrados.
Fijaros si es soberana esta gilipoyez que hasta nuestro monarca se dedica a ello.
Conmigo que no cuenten.

Milana bonita.

De siempre me cayeron mejor las putas que los hijos de puta, ¿por qué será?
Ayer, en mi paseo posterior a la misa de ocho, me cruzo con una preciosa mujer, una morenita de labios de porcelana.

Se me acerca, me coge la mano y me pregunta:
- ¿Quieres follar?
Estuve tentado de contestarle aquello de que creía que no me lo iba a pedir nunca, pero sólo pude balbucear:
- ¿Cuánto por follarnos, un café?
Cerramos el trato por diez leurillos y la cama (los cafés) y entramos en una cafetería.
Durante la conversación no pude quitarme de la cabeza que podría haber sido mi hija, mi morena niña perdida, mi particular Marinita, el regalo que los dioses no tuvieron a bien conceder.
A la salida y después de abonar los dos servicios, me debió ver mala cara y me preguntó:
- ¿Pero de verdad no quieres follar, es que no te gusto?

- Sin duda más que mi vida, le dije. Lo que pasa es que cada vez me sienta peor el café.

Antes de que otros te den.

Machacándosela, se encontraba un menda, a la vera de un camino.
Con dos piedras berroqueñas, sacudía su cimbel.
Un viandante, que por allí caminaba, le preguntó con asombro:
- Estimado ciudadano, ¿a qué coño os dedicáis?
- El cipote me machaco.
- Y ¿dónde está el beneficio, en dónde encuentras placer?
- Pues cuando no me machaco.
Y es que, el que no es feliz es porque no quiere.

Putas sí, pero sin chulos.

Como somos todos más de izquierdas que el copón, especialmente en estos entornos madrileños, no podíamos aceptar la modificación a la baja (qué bonito), de los derechos de los señores trabajadores.
Pero los tiempos cambiaban que era una barbaridad y pareció conveniente, justo y necesario y fue nuestro deber y salvación, flexibilizar el mercado de trabajo. Y se empezaron a abrir puertas traseras. Y por aquí entró el fresco.
Y aparecieron las Ett’s que son como los chulo-putas pero sin el como, los contratos indefinidos se volvieron cada vez más infrecuentes (excepto para el que se colocaba en la empresa de papá o de un amigo de mamá), cada vez costaba más saber para quién coño se trabajaba y así, sucesivamente.
“Arriba parias de la Tierra, en pie famélica legión...”
Ahora, que todos somos señores, entiendo que la cancioncilla se debe referir a los de ett’s y a los retemporales de las resubcontratas...
Pero...si estos mendas se cabrearan ¿contra quién irían? ¿contra la patronal que no saben bien quién es o contra nosotros los trabajadores que callamos, como putas, de primera?
Lo mismo, ¡hasta colgaban por las tripas a los sindicalistas!
No preocuparse, que está todo controlao. Vayamos a ver el Plus.

¿Quién cojones manda aquí?

El poder, padre de la explotación y primo de la estupidez, como el antiguo mecanismo del retrete, es una cadena. Esto me recuerda aquél acertijo que planteaba la cuestión del máximo disfrute en una fila de machos aplicándose al cerito (que, por cierto, era del segundo de la fila...).
Lo particular de la cadena humana de poder no es que no tenga relación con la mierda sino que en ella cada eslabón engancha con todos los siguientes.
La posición social no es por tanto nada más que un número de orden en la cadena, ese parámetro que define la proporción entre los que te pueden dar y a los que puedes dar por donde amargan los pepinos. (en sentido figurado, generalmente).
Y yo me pregunto...
¿Ande andará aquél al que todos, por el bullas dan?, y... ¿andará escocido?
¿Se sentirá feliz cual lombriz el que, al fin y al cabo puede, al anterior horadar?
¿Quiénes están en la cima de la pirámide sodomizante?
¿Quién es el sumo sacerdote o sacerdotisa perculizante y qué le mueve?
¿Será la Esperanza, será el Botín, será la rosa, será el jazmín?

Un buen tipo este Javier.

¿Con Franco se vivía mejor?

Dicen que algo no puede ser y no ser al mismo tiempo y desde el mismo punto de vista. (puede ser).
Añado yo que algo puede ser mejor y peor que otro algo desde distintos puntos de vista y en el mismo tiempo. (aceptemos que así es).
Planteemos ahora si con Franco se vivía mejor. ¿Puede ser o mejor dicho, puede que asín fueriese?
(Obviamente daría igual analizar el planteamiento contrario pero dejémoslo estar, que nos vamos a liar).
Diré que yo creo ahora que tanto Franco como yo vivíamos mejor entonces. Franco porque vivía entonces y ahora no y yo, porque entonces era joven y vivía. Y ahora, no es entonces.
Las preguntas que se suscitan entonces ahora son si viviría yo mejor ahora que entonces siendo joven ahora yo y si, subsidiariamente, hubiese vivido yo mejor entonces que ahora no siendo yo joven entonces.
Lo tengo claro. Lo que jode el tema no es que Franco viviera entonces, ni lo arregla que no viva ahora.
La putada esencial es que se haya producido el tránsito del entonces al ahora.
¡Me cagüen Thor, Odín y todos los dioses vikingos!
¡Quién tuviera cincuenta años menos!

Código Rojo.

Tiene Rita Barberá cojones suficientes para entrar en una reunión del Consejo de Ministros, liarse a arrancar diez cabezas de sus miembros y miembras y obtener mayoría absoluta en un plis-plás. ¡Que harta está de degustar gambas!
Y es muy capaz de gobernar con mano de hierro el PP, Valencia, España, La Unión Europea, El planeta Tierra y las tres cuartas partes de la Vía Láctea. Porque defender el muro sabe.
Y está hasta los huevos de tantas mariconadas de ppropios y psoajenos, y le sobran cromosomas x’s para rellenar quinielas, y es una superhembra, y es... La SuperRita.
Pero tiene una envidia, no ser la Cantaora. Y parece dispuesta a cantar.
Y ya nos ha dicho que todos los políticos reciben regalos, y seguro que no está pensando en tiernos dibujos de los sobrinos. Cristalino.
Y cualquier día se le inflaman los testes y se le escapa como las cosas son, ¡joder!, que parecemos tontos, ¡hostias! Que...

¡Por supuesto que ordenó el Código Rojo!
Porque, como bien dice el chiste y nos recordó otro insigne servidor público también valenciano...

¡No se viene a la política a cazar osos!

Nota: Existe alguna pintoresca, curiosa y regia excepción en esto de no acercarse a la noble dedicación de la política a cazar osos, pero merece opinión aparte. Lo que sucede es que no sé si yo tengo los huevos de la alcaldesa.

Algunas veces, veo hombres.

Decía Pepe Rubianes, que por cierto era un buen tipo, que él padecía tetofilia. Lo que sí que parece claro sin embargo, es que no fue este padecer lo que le llevó al otro lado de la charca.
Busco en mi abultado cajón, que no cojón, de filias y fobias y detecto que tengo el cromo. ¿O debiera decir deteto?
Os confesaré que desde hace ya cierto tiempo acudo a una psicoanalista virtual y, para elegirla, la condición imprescindible fue que no tuviera tetas, por el tema de separar los tratamientos. (Lo de que sea virtual es sencíllamente una cuestión de costes).
Me ha prescrito Maripili, que así se llama mi terapeuta (1), paseos habituales por la ciudad para reforzar un proceso madurativo pendiente, la aceptación de los miembros de mi especie.
Siempre recorro el mismo camino y al inicio sólo veo bultos. Poco a poco se van aclarando, lo que por otra parte puede parecer paradójico, las mujeres. Vaya por delante que no todos los seres humanos con dotación cromosómica XX son, para mi, mujeres.
De verlas y verlas algunas se repiten con los días, y con diferentes ropas y actitudes y, en ocasiones especiales sucede un suceso, muy raramente sucexo. Recojo con cariño la experiencia y la guardo en el álbum de los recuerdos no cuerdos para poderla revivir en los tiempos libres, que no ociosos.
Al cabo de un tiempo siento desasosiego, la femenina música se transforma en ruido, surge un olor pestilente y el espacio se llena otra vez de bultos molestos...
Y es que algunas veces... veo hombres.
(Y yo me digo, otros coleccionan sellos o patrimonio y nadie les dice nada y ni siquiera lo declaran).

(1) No confundir con teraputa, unidad de medida equivalente a un billón de zorras, que ya es decir.

Nota: Maripili me informa que dada le época estival en la que estamos va a disfrutar de un merecido periodo vacacional y lógicamente virtual y de veintiocho días, en las islas Caimán. ¿Será que a ella la ponen los lagartos?

Nunca se sabe.

Enterado de que los gays se casaban, los curas estaban en ello y de que volvía a ponerse de moda ser novios formales, decidí descasarme. Y alguno me comenta...
- Pero ¿te has divorciado?.
- No, ando mal de presupuesto para abogados.
- Y entonces ¿vas con otras mujeres?
- Sí, algunas veces, a entierros y funerales.
- Vamos, que si te las tiras.
- Ni más, ni menos, ni distinto que antes.
- Y a tu chica ¿que opina?
- Que de momento, un saco de cemento.
- Y entonces ¿para qué te sirve estar descasado?
- Para no estar casado.
- Vete a tomar por culo.
- Pues no ha sido esa mi intención, pero nunca se sabe.

Solidaridad en tiempos de crisis.

Pues resulta que está de moda ser solidario, que no solitario. Bien me parece.

Definamos, para entendernos, un hostiardo igual a 100.000 millones de euros y un leurardo igual a 1.000 eurillos.

Este año, según dicen, va a gastar el Gobielno un hostiardo más de lo presupuestado, lo que supone aproximadamente un diez por ciento del pif y bastante más de la mitad de lo acordado.

Lo que equivale a algo más de 2 leurardos de deuda por españolito incluyendo los maduros y los chiquitos.

Y la peña acepta este pulpo como animal de compañía sin problemas, solidariamente.

Imaginemos que, siendo lo mismo, cada ciudadano tuviera que endeudarse con su parte solitariamente.

Dado que los niños de pecho y los abuelitos no pueden de poner, y a los pobres no les vamos a pedir (y de los listos que se escaquean ni hablamos), imaginemos, ya que de momento imaginar es gratis y por redondear, que tocáramos los paganos, por decir algo, a 6 leurardos.

Un millón de las antiguas petetas que cada uno debería de pedil a su entidad financiero-bancaria habitual y abonar periódica y religiosamente.

Si esto se propusiera el rechazo sería total y meridiano deduciéndose de ello que el personal prefiere gestionar el tema de manera solidaria.

¿Y cuál es la razón de tan loable elección inclinada a la solidaridad?

Pues sencilla. Que todo el mundo piensa, que el pagano va a ser otro.

Y rodando rodando le dieron por el plisqui a Fernando.

Dormir con niños.

Me entero de que Michael Jackson dormía con niños. Y yo me digo, y yo, y yo.
Y dicen que le gustaba. Y yo me digo, y a mi, y a mi.
Se comenta que era un anormal. Y yo me digo, y yo, y yo, gracias a Dios y a la Virgen Santísima.
Y yo me pregunto ¿dónde está el problema?
Dormir con niños es un regalo de los dioses. Son tiernos, amables, maleables y huelen que te cagas. Velar sus sueños, como se dice por ahí, no tiene precio. Arroparles cuando tienen frío, aliviarles si el calor aprieta, aguantar sus estirones, dejarles el mayor sitio, ...no tiene precio, máxime en esta vida donde estamos abocados básicamente a recibir hostias.
Una preocupación es aplastarles cuando son pequeños, cosa que pasa en los cerdos a los que tanto nos parecemos. Para cortarse las venas si sucediera.
Porque follar, evidentemente, es otra cosa. Y que a uno le toquen los huevos o le den por culo (ambas cosas en sentido figurado y tan de moda), también son otras cosas.
¿Es tan difícil de entender?

Nota: Me comenta via oral un colega que el blog está resultando un tanto obsexo. Le corrijo con el máximo cariño: Yo no soy obsexo, son un individuo ligeramente inadaptado con un componente paranoide conceptual de carácter libidinoso.
Que todavía hay clases.

Embutido español.

Acabo de confirmar, idea que evidentemente no me ha sorprendido, que el Excelentísimo Presidente de Telefónica no es que pareciera un chorizo, sino que lo es.
No obstante, el Tribunal ha decidido absolverle por prescripción. ¿Facultativa? Tampoco me sorprende. Por otra parte la península Ibérica siempre fue un lugar abundante en cabos y golfos.
Y como de todos es sabido la cantidad de embutido de este y otros tipos que pululan libremente por el solar patrio entiendo que, a la democrática mayoría de la peña, se la pela.
Vale, aceptemos a los golfos/as como dirigentes de compañía pero... ¿también a los tontos/as, memos/as, estúpidos/as y descerebrados/as?
Pues venga, también vale, pero por favor, que se nutran en silencio y demuestren que, por lo menos, son educados.

De la economíia y los culos.

Tras un tiempo entretenido con la cosillas de las lógicas y cansado un tanto de perseguir chochitos, llamóme la atención la economía.
Se trataba de que hoy, dos y dos son cinco y mañana, veinticinco. Interesante.
Y en esto estamos, entretenidos.
Y alguien me preguntará, con afán inquisitivo
¿dónde puede estar la gracia, de que dos y dos sean cinco?
Pues permíteme decirte, mi querido y gran amigo
que si no pillas el truco, por el culo te la hinco.

Nota: Tras un tratamiento psicoanalísta-conductista para corregir mi obsesión vulvar, el objeto paranoico se me ha derivado a las glandulas mamárias.
En fin, que de algo hay que morir.
Y de Mafo ya hablaremos, que es de todos conocido, que inclusive al cerdo gordo, le llega su San Martín.

Mi primer polvo.

Pues esto del blog me recuerda al sexo, en el sentido de que la primera vez, generalmente, es incómoda. Quizá debido a la palanca de cambios.
Nada que ver con pensar como será la última vez.
Lo mismo hasta me acostumbro y no puedo dejar de darle a la zambomba.
Lo curioso es que estoy seguro que hay cientos de anormales como yo que les gustaría seguir mi rollo o a mi el suyo (es una pura cuestión de probabilidad), pero lo difícil es el cabrón del encuentro.
En fin, que me siento vergonzoso, hay que joderse.
Mañana será otro día.
Probablemente.