No es que sea Nicolás santo de mi devoción. Ni me creo que haya sufrido una pérdida repentina del conocimiento y de sensibilidad haciendo footing, que su cosa viene de lejos, pero creo que hay ciertas estupideces que deberíamos prohibir aunque sólo sea para no dar mala imagen cuando nos visite vida inteligente.
No sé quién sería el primer ser humano al que se le ocurrió la soberana gilipoyez de hacer deporte.
Y para rematar la jugada y que resulte más descansada, ahora basta con mirar como otros juegan al teto.
Y, si se consigue que los miradores paguen por ello, como mucho más mejor, que hay que sacar partido a los descerebrados.
Fijaros si es soberana esta gilipoyez que hasta nuestro monarca se dedica a ello.
Conmigo que no cuenten.
No sé quién sería el primer ser humano al que se le ocurrió la soberana gilipoyez de hacer deporte.
Y para rematar la jugada y que resulte más descansada, ahora basta con mirar como otros juegan al teto.
Y, si se consigue que los miradores paguen por ello, como mucho más mejor, que hay que sacar partido a los descerebrados.
Fijaros si es soberana esta gilipoyez que hasta nuestro monarca se dedica a ello.
Conmigo que no cuenten.
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