sábado, 28 de noviembre de 2009

Precio a la voz de Dios.

Si no podía componer como él, escucharle. Y ya que estaba jodido, jugar la otra carta. Que era un poco lo mismo un orgasmo que otro, en este concreto caso.
Si bien, a día de hoy y si hubiera que elegir, yo me quedaría con la música.
Click.

1 comentario:

  1. No entiendo bien la elección, para un día o para siempre?
    Supongo que lo que planteas es para siempre.
    Porque la chiquita no esta nada mal y por un día sin música, por lo menos a mi tampoco me pasa ná.

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