El poder, padre de la explotación y primo de la estupidez, como el antiguo mecanismo del retrete, es una cadena. Esto me recuerda aquél acertijo que planteaba la cuestión del máximo disfrute en una fila de machos aplicándose al cerito (que, por cierto, era del segundo de la fila...).
Lo particular de la cadena humana de poder no es que no tenga relación con la mierda sino que en ella cada eslabón engancha con todos los siguientes.
La posición social no es por tanto nada más que un número de orden en la cadena, ese parámetro que define la proporción entre los que te pueden dar y a los que puedes dar por donde amargan los pepinos. (en sentido figurado, generalmente).
Y yo me pregunto...
¿Ande andará aquél al que todos, por el bullas dan?, y... ¿andará escocido?
¿Se sentirá feliz cual lombriz el que, al fin y al cabo puede, al anterior horadar?
¿Quiénes están en la cima de la pirámide sodomizante?
¿Quién es el sumo sacerdote o sacerdotisa perculizante y qué le mueve?
¿Será la Esperanza, será el Botín, será la rosa, será el jazmín?
Un buen tipo este Javier.
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Ñañaña..................... que dificil es escribir aki... ¬¬
ResponderEliminarEs muy profundo el texto....... :D
De lo poco que enteidno esta biennn!
me voy a estudiar photoshoppp!!!
Gracias Jeffro cabroncete, yo también te quiero.
ResponderEliminarAunque la mayoría de las veces,tampoco te enteidna.
Tu p.p.
...lo que esta claro, es que seguramente los eslabones más altos de la cadena son los que más disfruten viendo como los de abajo colgamos y dependemos de ellos...
ResponderEliminarHasta que algún día la cadena se corte y tengan que convertirse en los ultimos de la fila, y tirar ellos mismos de la cadena para recoger toda la mierda que han generado...
PR