Me comenta una amiga, a mi ver de buen ver, con la desvergonzada sinceridad de sitio nuevo que da cierta edad y entre otros chascarrillos, que los hombres valemos para arreglar ordenadores y traer dinero a casa.
- Y algunos ni para eso, le respondo yo que ya voy de bajón.
- Sí hombre sí, que tú vales mucho, me vacila condescendiente.
Pues eso, que de hablar ni follamos.
Por cierto, me tengo que poner con la cisterna del retrete que no se por qué me ha venido a la cabeza la idea de que no traga.
- Y algunos ni para eso, le respondo yo que ya voy de bajón.
- Sí hombre sí, que tú vales mucho, me vacila condescendiente.
Pues eso, que de hablar ni follamos.
Por cierto, me tengo que poner con la cisterna del retrete que no se por qué me ha venido a la cabeza la idea de que no traga.
"Una mujer abandona a un hombre cuando le sale del coño sin más y, si puede, le da el dos; un hombre se encuentra en problemas cuando se encuentra con dos coños que a su vez se encuentran y una de dos o se da el dos o le dan el dos, pero en cualquier caso, cuándo y cómo decide alguno de los dos".
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