Lo bueno, entre otras cosas, de aceptar muerte como animal de compañía es que, ni come, ni hay que vacunarla, ni hay que sufrir, en ningún caso, su muerte.
Nota: Sé que la mayoría no os lo vais a creer pero yo, una vez, vi la muerte. Y reconozco que no fue agradable pero sí soportable. De hecho, aquí sigo. Se parecía al de la foto y sí, iba puesto.
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Y en el otro orden de cosas: Sobre la vida: Life. (2.020).
Me llegan recuerdos de un tal Blas, pero no a la mente, sino por vía social. Este Blas fue y todavía es, según parece, un tipo al que yo conocí hace ya unos cuarenta años. Y era y supongo que todavía es, un gemelo, por lo cual yo nunca he sabido si conocía a un Blas, o a dos.
(Continuará... O no.)
Y para aliviar un poco este estrecho, pobre y triste recuerdo, otro recuerdo: