lunes, 31 de agosto de 2009

Chiste barroco.

Un visitante se acerca a un residente de un psiquiátrico que está pescando con un palo y un hilo en una palangana:
- ¿Pican?, pregunta el recién llegado.
- Dos cosas están claras, contesta el interno. La primera, que no pican.
- ¿Y la segunda?
- La segunda que yo soy el loco y tú, el gilipollas.

sábado, 29 de agosto de 2009

Poca cosa.

Hoy, sólo encuentro esto.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Elena Salgado.

No es que yo lo vaya a pasar especialmente bien en los tiempos que vienen pero Elena, no sé por qué me da, va a sudar tinta.
Claro que así son las cosas, una temporada de ministro y a partir de ahí las crisis para ti ya se ven de otra manera. Que se lo pregunten a Pedro que seguro que se está partiendo el culo.
Como diría otro lince que yo me sé a lo mejor en lejanas montañas con Heidi y el abuelito.
Nota: No os fijéis mucho en las bragas de Heidi a ver si me van a cerrar el blog.

Follar es de pobres.

Se me quedó grabada esta frase salida de boca de alguien que si algo suyo tengo claro es que quiere y sabe hacer dinero. Como datos de especial relevancia diré que está casado, tiene hijos y es de la derecha moderna que usa la religión como la visa o la corbata.
¿Se refería a una predilección de la felación sobre la cópula? Puede ser, pero creo que iba más lejos. Sencillamente, no veía especial interés al sexo, o dicho de otro modo percibía más inconvenientes que ventajas en el tema, no lo veía negocio.
Y si los ricos de esta clase no follan (salvo en el periodo juvenil y reproductivo), nos podríamos preguntar, ¿cómo se divierten?
Pues los días de diario obligando a los demás a que se la chupen y de tanto en cuanto dando a algún elegido por el culo.
Los fines de semana, si no están de viaje, los pasan con la familia. Aprovechan para leer algún buen libro, escuchar música clásica y a veces hablan de lo lleno que está todo de pobres que no hacen más que follar.
A este tipo en concreto también le hacen especial gracia los chistes de negros cuestión que todavía no logro entender.

martes, 25 de agosto de 2009

Conversaciones humanas.

El otro día llego a casa, se me acerca Marina un tanto rara y me dice:
- ¿Cuánto tiempo tenemos que continuar engañándonos hasta que uno de los dos se cabree?
- Yo por lo menos no te engaño, le contesto. Simplemente, no te digo la verdad.
- Y, ¿cómo sé que esto que me dices ahora es cierto?, me pregunta no sin cierta malicia.
- ¡Joder, pues porque ya te he dicho que nunca te engaño! Cosa distinta es que tú, que eres muy tuya, te lo creas o no te lo creas.
Pues como que se quedó más a gustito. Si todo es hablar las cosas.

Espíritu Olímpico.

Se está acostumbrando demasiado el personal, me parece a mí, a vivir cediendo el control, perdiendo cultura y asumiendo trampas. Como que es así, que es inevitable, que todos lo hacen, como que salimos de ésta. Vamos, que no hay otra.
Evidentemente que salimos de ésta. Y efectivamente no hay otra opción que salir y siendo más explícito, con los pies por delante. Pero éste no es el tema.
Yo creía que el tema iba de hacer, de experimentar, de aprender, de crear, de compartir, de disfrutar, de colaborar. También de construir, de esforzarse y de luchar pero no pensaba que tendría que ser necesariamente contra todo y contra todos.
Pero sí, se trata de competir y de arrasar, de dar y de darnos de hostias hasta que gane el mejor.
Peor para él. Y que le clave las medallas en el escroto su puta madre.
Conmigo que no cuenten. Para nada.

lunes, 24 de agosto de 2009

Entre tocar y pelar.

Me toca la polla que se estén cambiando las cosas de sitio todos los putos días. Que lo moderno sea estar modificando todo, todo el rato, no es más que una soberana gilipollez.
Los planes educativos, los tipos de interés, los impuestos, las leyes, los nombres de las calles, los ministerios, las empresas, las instituciones, las profesiones,...
Y si al cambio constante se le añade la complicación continua ya no hay por donde coger a la bicha. Que supongo que de eso se trata.
Un único contrato de trabajo, un bachiller común para todos, un solo impuesto directo de Renta y Patrimonio y así, sucesivamente.
Y sencillito por favor sencillito que si no, los que somos torpes no lo entenderemos.
Por aquello de no ser rígido sino flexible acepto el cambio de calzoncillos, de pareja y de cicatrizante.
Pero vamos, que no pasa nada, que ya sé que no queréis cambiar nada o mejor dicho, que os la pela que todo cambie. ¡Inmovilistas!

domingo, 23 de agosto de 2009

Las patas y el pan.

Me gusta despatarrar algunos libros y algunas mujeres. A ciertas mujeres sólo cuando se dejan y cada día menos. A ciertos libros, sin piedad.
Si las mujeres no se dejan pero me lo piden, en algunos casos las despatarro igual pero de otra manera. Los libros siempre lo piden y siempre se dejan pero, lógicamente, no siempre los despatarro.
Vamos, que tampoco sólo de despatarrar vive el hombre.

Veo brotes morenos.

Estamos llegando a un nivel tal de desconcierto que es difícil saber de dónde viene el aire. Y lo curioso es que el personal está más o menos contento.
No obstante creo que el chiringuito no es que no sea sostenible que no lo es, es que sencillamente no es viable. No es que sea malo, bueno o regular, es que no puede aguantar.
Algunas pistas.
¿Se percibe el mundo en su conjunto equilibrado? Yo diría que no.
¿Estamos saliendo de la crisis? No me lo creo.
¿Cuánto más consumamos es mejor? Ni me parece lo suyo, ni lo pretendo.
¿Vamos siendo más eficaces, más eficientes? No lo veo yo así.
¿Está mejorando la educación? Lo dudo mucho.
¿Qué cojones pasa con la gripe porcina? No lo sabemos.
¿Y la aviar, se pasó de moda? Eso parece.
¿Estamos cada vez mejor informados? No soy de esta opinión.
¿Dirigimos cada día más nuestro futuro como ciudadanos? No da la sensación.
¿Es cada vez más agradable el espacio donde vivimos? No para mi gusto.

Pero ¡Qué cojones! ¿Estamos más morenos?
Sí, las churris por lo menos, van volviendo más morenas.

sábado, 22 de agosto de 2009

Más sobre mi padre.

Decía mi padre ante una vaca preñada que una de dos, o moría la vaca o nacía el ternero. En realidad la cuestión siempre era algo más compleja porque también podían morir los dos, morir el ternero y quedarse jodida la vaca, etc. Ahora entiendo que lo que quería decir era que la vida puta era y era así. Y que había que tomarla como era. Mi padre era así y le interesaba la puta vida.
En el mundo que ahora vivo ya no hay vacas ni terneros. En la primavera se cambia la hora y vienen las alergias. En el verano e invierno, aunque por razones inversas, se incrementa el consumo de electricidad. Se diferencian porque es en verano cuando nos dan la barrila con el tema del ahorro de agua. En el invierno llega la Navidad y también se incrementa el consumo, pero esta vez de gilipolleces. También en invierno, creo recordar, se cambia la hora y de año pero cada vez va dando más la sensación de que siempre nos meten el mismo.
Y después está la crisis, las vacaciones, la gripe y la madre que los parió.
Pero la madre ya nunca pare terneros.

viernes, 21 de agosto de 2009

El Extranjero.

Lo particular de leer es el poder elegir a quién se escucha de forma obligatoria pero sólo mientras nos da la gana. Podemos, al contador, cerrarle la boca con un simple giro de muñeca. Todo un chollo tal como están las cosas.
El inconveniente de esta dedicación es su inevitable deriva hacia el pensar que no es del todo conveniente. Para evitar el problema basta con leer estupideces que es, como oír las imbecilidades del personal, pero sin necesidad de contestar. Mucho mejor, dónde va a parar.
Y para no arriesgar yo me declino por los clásicos. Leer lo antiguo es especial, es como repasar la vida propia, como oír lo que ya intuimos, como conversar con un extraño conocido. Y a la hora de elegir tiene la ventaja de que el tiempo ya ha expulsado a la mayoría de charlatanes de todo tipo.
Ya metidos en harina lo difícil es encontrar a quién merece la pena atender, a quién tiene para nosotros algo especial que contar y por quien se está dispuesto a escuchar.
Y a mí, en estos días de tanto sol, me ha valido El Extranjero de Albert Camus.

Dejemos paso al que sabe, Tito Alberto, ahora jugando con palabras e ideas:

“Al igual que las grandes obras, los sentimientos profundos siempre significan más de lo que conscientemente dicen. La constancia de un movimiento o de una repulsión en un alma se encuentra en hábitos de obrar o de pensar, y prosigue con unas consecuencias que la propia alma ignora. Los grandes sentimientos pasean consigo su universo, espléndido o miserable. Iluminan con su pasión un mundo exclusivo en el cual recobran su clima. Hay un universo de los celos, de la ambición, del egoísmo o de la generosidad. Un universo, es decir una metafísica y una actitud anímica. Lo que es cierto de sentimientos ya especializados lo será aún más para emociones de base tan indeterminada, a la vez tan confusas y tan “ciertas”, tan lejanas y tan “presentes”, como las que nos causa lo bello o suscita en nosotros lo absurdo”.

No sé que me inquieta más, si entender qué cojones dice o el sonido que produce al pasar.

jueves, 20 de agosto de 2009

Estoy de dudas que no meo.

Si dejara de fumar mejoraría mi salud y ahorraría un dinerillo.
Si dejara de beber mejoraría mi capitalillo y ahorraría en la salud.
Y con los ahorrillos podría, de vez en cuando, ir a un concierto de jazz...
Y si no fumo y no bebo, por un poco más dejaría los conciertos...
Y como de follar ya hace tiempo que ni hablamos...
Sólo me quedaría la televisión que es gratis...la hija de puta.
Y las pajas, del ojo ajeno.

Bajando el paro a hostias.

Como el paro es un problema y la cosa está clara les vamos a dar 420 euros, seis meses, a 300.000 mendas (a los que obligamos a apuntarse a cursos de formación y les sacamos de las listas) y a tomar por culo.
Parece ser, vista la cosa, que el tema se puede ampliar a otros 600.000 por aquello de no ser discriminatorio que nunca conviene.
¡Joder! Casi un millón de jeffros fuera de las listas. ¡Con dos cojones! Redondeemos al millón que total, somos de cerca de Bilbao.
Imaginemos que la financiación del tema fuera directa, es decir, que lo tuviéramos que pagar, descontado de la nómina, los que trabajamos, mes a mes. Como que salen 22 leurillos.
Y dado que a los mileuristas no es cuestión de machacarlos y la formación todos sabemos que no es gratis, en especial la del Inem, subámonos la tarifa a 50 pavos mensuales.
Pues aunque no parece mucho, si se actuara así, seguro que saltaban chispas, rayos y centellas. Entre otras cosas porque, si todas las propuestas que sobrepasan el presupuesto se hubiesen financiado de este modo, no sé si a alguno le quedaría no digo ya nómina, sino paciencia.
Y que no digo yo que no haya que hacer esto, eso o aquello pero, como dice el chiste...
¡Organización, cojones, organización!

Este es el caso y, si suena a derechas, me suda el rabo. Que yo creo que no, pero si es así, alguna vez tenía que ser.
¡Y si tenéis algo que decir, que también suele ser que no, pues quedamos y nos damos de hostias!

miércoles, 19 de agosto de 2009

El viajar es un placer.

Leo en el blog de la mesa inestable, entre otras perlitas que a estas alturas ya no me sorprenden, que España es de veinte familias. Sí, más o menos éste era mi número.
Ayer precisamente hablaba con una amiga de cuál es la actitud, frente a la situación actual, de estas manos fuertes. Y llegábamos a la conclusión de que lo están dejando caer.
El objetivo no es tanto que bajemos sino más bien que viajemos y esta es la razón de que nos dejen caer. Es necesaria paciencia porque todavía queda viaje. Lo curioso del asunto es que cuando lleguemos al destino ya no habrá vuelta de hoja.
¿Y cómo es el nuevo lugar? Pues más cabrón sin duda pero se podría decir que más verdadero.
Y mientras tanto el PP se nos ha puesto a llorar.
Eso es porque algunos tienen, demasiada prisa.

martes, 18 de agosto de 2009

Ejército y Sociedades.

Yo, ni he hecho la mili ni la peregrinación al santo. Lo primero por inútil total, lo segundo por no habérseme perdido nada por la zona.
Me comentaba mi padre que sabía de esto y que además era coronel que en el ejército si un tipo como él se caía de un caballo se empuraba al animal. (me refiero, en este concreto caso, al caballo).
La explicación es sencilla. Ya que los coroneles en realidad no pueden caerse de un caballo porque las cosas son como son, si se produce el evento es porque el caballo tira con alevosía al coronel, Y ello muestra una clara, bestial y equina falta de respeto por el ejército español, que no se debe consentir.
¿Y si el coronel se cae de una silla... no habrá más huevos, en este caso, digo yo... de que la culpa sea del consabido coronel? Pues, ¡No, señor! Por analógica analogía se arresta a la silla, como dice Mario, con un par de cojones.
El Impuesto de Sociedades me recuerda a esto. ¿Cómo puede existir un impuesto tan obtuso, que grave un ente, que además da leche?

Y, en otro orden de cosas...
Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé. He recibido un telegrama del asilo: “Madre fallecida. Entierro mañana. Sentido pésame”. Nada quiere decir. Tal vez fue ayer.
¿Te gusta conducir?

lunes, 17 de agosto de 2009

El problema.

De siempre tuve vocación de barrendero o basurero.
Como fumo como un perro y todo tiene un límite, de vez en cuando me surge una colilla entre los dedos que, últimamente y no sé por qué, me da por tirar en la puta calle. Al cabo de unos ratos un elemento o elementa, normalmente de piel oscura, recoge mis residuos, los hace suyos y vuelve la situación a su forma primera. Los papelitos a los suelos no los tiro, que se da mal ejemplo a los niños.
A los niños no conviene dar mal ejemplo porque, como son gilipollas, todo lo imitan. Y no se debe consentir que pretendan ser ni basureros, ni barrenderos porque, como todo el mundo sabe y la ciencia bien explica, siendo notario se trabaja igual con mierda y se gana más dinero. Con las niñas ahora la cosa es más fácil porque, desde que somos iguales, se aplican las normas de los niños y a tomar por el culo.
El caso es que sigo viendo todo hecho un asco pero ni barro, ni recojo la basura.
Te va la escoria, pensará algún hijo de puta.
Pues sí, ¿que pasa?, me va la escoria, ¿no ves que todavía sigo aquí?
No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio.

domingo, 16 de agosto de 2009

Curso de Cata.

Me he preinscrito en un curso de cata de mujeres; por si no ha quedado claro lo digo de otra manera, un curso de catar mujeres. También formo parte de la organización, soy el único que está en este caso y no sé sabe a día de hoy con seguridad si se celebrará debido a problemas legales. El director, un tal Javier, es un tipo muy particular; viene del mundo del teatro y para explicarle de alguna manera diré que tiene una sensibilidad fuera de lo común.
Por si a alguien se le están poniendo los dientes largos le informo que, por lo menos de momento, la cosa no va de follar. En cualquier caso para el que tenga interés en este aspecto puntual es notorio que en este sector existe suficiente oferta de clases particulares.
Se trata de cultivar los sentidos con la mujer como objeto de sensaciones. Ya sé que tiene que ver con el interesante tema de la mujer objeto pero no me voy a poner a debatir esta estupidez ahora.
La organización se marcó un plazo para reunir mujeres para el objeto del curso y hombres y mujeres como participantes. Las primeras cobran por el curso, los demás pagamos. En ambos casos la presentación de candidatos desbordó las previsiones, la selección no fue fácil (en el caso de las mujeres objeto de curso el proceso de selección también era pagado) y los grupos ya están cerrados. Como curiosidad os diré que hay tres mujeres participantes.
Se acaban de enviar los programas. A una primera parte explicativa y teórica la siguen algo así como cinco módulos con sesiones prácticas que están asociados a los cinco sentidos. Por último un par de actividades conjuntas entre participantes de ambos tipos pretenden poner en común lo aprendido.
Si todo va bien a este curso inicial le seguirán otros de profundización más adelante. También están previstos otros en que el objeto sea masculino.
Y si al final tiene lugar el evento, os contaré como fue la cosa.

sábado, 15 de agosto de 2009

Demasiadas películas vistas.

Recuerdo que cuando tenía quince años si me encontraba con alguien de la edad que ahora yo tengo, me parecía un viejo, por no decir un puto viejo que no me lo parecía. Ahora cuando miro aquél chaval quinceañero que debí ser, ni siquiera sé si se parece a mí.
Los cambios en la edad suceden paulatinos pero, de tanto en cuanto, cristalizan. Y entonces nos establecemos mayores. A veces son los demás los que marcan el cambio como las primeras veces que te llaman señor o te tratan de usted, otras son las normas con sus tramos de números que uno sucesivamente abandona, otras algún cabroncete o cabroncilla que se cansa de la fiesta, busca las bragas y se va sin despedir.
Las funciones que realizamos también varían. Primero se es hijo y se tiene padre y abuelo. Luego normalmente se pierde el abuelo para, posteriormente, ser padre y tener hijos y así poder perder el padre y a lo mejor ser abuelo. En definitiva, cada vez más cerca de primera línea de fuego.
Yo no tengo miedo al final por dos razones: La primera porque tengo intención de vivir eternamente y de momento, la cosa funciona y la segunda, porque ya conozco el final.
Siempre pone The End.

viernes, 14 de agosto de 2009

Belle de jour.

¿Es la belleza quizá una ilusión?
¿Está en mí, sólo en mí, sólo fuera de mí?
¿Qué tiene de amor?
¿Dónde y cómo se encuentra?

¿Por qué viene y se va y nunca se queda?
Yo no puedo evitarla, no quiero perderla.
Cuando ella no está se me escapa la vida.
¿Por qué juegas conmigo mi preciosa niña?

Quiero ser como tú.

Para intentar estar a la moda y parecer algo normal me estoy planteando realizar una serie de campañas solidarias. La primera es doble, está dirigida a los hombres y dedicada a las mujeres. De siete más siete días. El eslogan lo he denominado “Todos somos Maripili”.
En la semana inicial se trata de hacerse uno con los dolores menstruales y en los siete días siguientes con los trastornos de la menopausia. Le he (¿o debería decir la he?) propuesto por carta a la ministra de igualdad lanzar el evento a nivel nacional pero todavía no he recibido contestación. (Quizá nos subvencione las compresas).
Los toros es el objetivo de la segunda campaña de concienciación. El mensaje de lanzamiento no lo he decidido aún. Estoy dudando entre “Yo también entro al trapo”, “Todas y todos llevamos cuernos” y “Una aceituna será tu puta madre”.
La tercera y última está dedicada a nuestros sacrificados políticos y eminentes servidores públicos. En este caso el eslogan lo tengo claro:
“Yo también pillaría del cajón y me tocaría los huevos o el coño como tú, si pudiera”.

La cosa es macho.

No se deben decir ciertas cosas
al personal, que no está preparado
y como nunca escucha esas cosas,
jamás estará preparado.
Y ahí están los preparados
a decidir nuestras cosas.
¡Tiene cojones la puta cosa!

jueves, 13 de agosto de 2009

Mucho predicador y poco trigo.

Como ya te dije hace tiempo, de una parte a este tiempo visito otros blogs. Nada más gratificante, al tiempo y por otra parte, que obtener la inestimable satisfacción de comprobar que hay inútiles en muchas partes que te hacen perder el tiempo más que yo. Y los clasifico, porque así mejor yo me explico.
En cuanto blogs de opinión político-económica los hay izquierdosillos y derechozoides. Supongo que la gracia debe estar en que el personal se enganche, de las dos tetas, a la más le va. Que por eso es uno fan y luego le toca votar.
Hoy, criticar la actualidad sin más, es tarea fácil. El nivel de estupidez, ignorancia, engaño, miseria y demás habilidades de este tipo, es considerable. Una vez descubiertas las vergüenzas, todo es ponerse a dar cera con más o menos acierto y mayor o menor cantidad de mala hostia.
Me viene a la cabeza lo que me dijo aquél jefe que tuve hace tiempo, a punto de irse de vacaciones, después de acoplarme unos cuantos marrones y de escuchar paciente mis quejas: “Yo no te he contratado como detector de problemas sino como encontrador de soluciones, por si no estás de acuerdo te lo recuerdo. Si te parece bien, nos vemos en Septiembre”. Y pillé, vamos que si pillé el concepto.
Pues eso, que se hace mucho ruido y se descuelgan pocas nueces.
Y sin nueces el personal, aunque se entretenga, es imposible que no se aburre.

miércoles, 12 de agosto de 2009

El bueno de Mariano.

Hacía tiempo que no visitaba el pueblo y el domingo me di una vuelta por Chascarrillos. Tenía intención de dar unos paseos camperos pero hacía un calor del copón cuando llegué y además era la hora del aperitivo. Me decliné por el bar. Y allí estaba Mariano.
Mariano es agricultor, ya no cumplirá los sesenta, carga un tanto al lado zurdo y está soltero. Sé que frecuenta el servicio profesional pero no le gusta hablar de ello.
Cuando tuvo edad de decidir vocación le tentaron para la benemérita pero le salvó, vamos a decir, el buen gusto. Empezó atendiendo las cuatro tierras de su padre y cuando la masa fue abandonando el pueblo se hizo con una cartera de tierras de labor que ahora no da abasto a atender. Lleva tiempo jubilándose un día de estos.
Tiene un ojo de cristal. El anterior lo perdió en una apuesta. Cuando hablo con él nunca me acuerdo de cuál es cuál y me hago la picha un lío. Acabo fijando la vista en su entrecejo.
No tiene complejos para con gente de la ciudad. De vez en cuando se acerca a Madrid a visitar a una hermana y dura poco por allí. Dice que le cansa.
Normalmente empezamos hablando del tiempo, en especial de lo que llueve, que siempre son cuatro gotas. La cosecha también siempre es regular.
Metemos mano al ladrillo. Le pregunto cuál es la razón, según él, de que los pisos no se vendan.
- Ninguna. Lo que pasa es que no se compran.
- Vale, correcto, me corrijo.
- Y entonces ¿por qué crees que no se compran?
- ¡Coño, porque no se necesitan!
- Y entonces, ¿por qué se compraban antes?
- Por puro vicio, Pepe, por puro vicio.
- ¿Sigues sólo Mariano?
- Sí, como tú, inevitablemente.
Mariano desde chavalillo hizo de la necesidad, virtud. Por eso sólo va de putas los viernes, aunque sean de Cuaresma. O mejor debería decir que va de puta porque, según me han contado, siempre es con la misma.
Y nunca se la lleva a casa, aunque podría.

martes, 11 de agosto de 2009

¡La nueva derecha salvadora va a llegar!

Anoche mientras dormía, tuve una extraña visión y se me hizo la luz. Un mensajero divino de aspecto un tanto suave me anunció el próximo advenimiento de los herederos de Jose Mari. Y esto es lo que me relató:
“Los problemas no acostumbran a resolverse solos, Jose Luís no puede orillar más a la derecha y la hucha contraria no durará siempre. Es decir, que la historia no tiene vuelta de hoja, las cosas tienden hacia donde declinan y el que no se lo crea, como si se la menea.
Mira a tu alrededor y comprobarás que dextrógiros hay más de siete cerros; la cuestión es que muchos no se llaman Pepe. Como criados están criados, sólo falta que se reúnan. Es cuestión de tiempo”.
Más que turbado, que no masturbado, me dejó la visión.
Pero vamos, que cuando llegue la penetración, a relajarse y gozar. Y si lo que te pone es dar, oportunidades vas a tener.

lunes, 10 de agosto de 2009

Las cosas de Fermín.

Los miércoles por la noche quedo con Fermín a tomar algo (también a tomar por culo porque vive dónde da la vuelta el viento). Como tiene cáncer de próstata podríamos decir que los miércoles quedamos Fermín, su próstata, su cáncer y yo (por lo menos).
Los médicos le han dicho que no se preocupe, que es un cáncer pequeñín, una cosa de ná, un minicáncer simpático y que ha tenido suerte. Pero él no está convencido.
Le han prohibido fumar y tomar cervezas. Fermín no entiende y yo tampoco por qué se lo han prohibido a él y no a su próstata. Cosas de médicos, supongo.
Llegados al bar pedimos una cerveza para mí y un refresco para él que nunca se termina. Pasado un rato y de tanto en cuanto, me pregunta si le dejo dar un sorbito que, como la cerveza, nada quita la sed. Y se echa un trago. Cuando la copa se acaba, pido otra.
A mitad de la sesión me voy a mear procurando tardar un ratillo, suficiente para que me birle y se fume un cigarro. La primera vez que casi lo pillo no se le ocurrió otra cosa que preguntar por qué tardaba tanto. ¡Va a ser que yo también tengo jodida la próstata!, le contesté. Es caso es que últimamente ya voy yendo dos o tres veces al asunto en el tiempo en que estamos juntos.
El miércoles pasado le encontré inquieto. Lo cierto es que ha perdido bastante peso y ha empezado con la radioterapia. Se ha echado una gorra a la cabeza para disimular la falta de pelo. Pero no parecía preocupado por ello. Tras nuestro habitual repaso de temas de actualidad entramos al trapo. Resulta que ha conocido a una chavala con la que lleva ya unas semanas y duda si está enamorado.
- ¿Pero, te la has tirado?, le pregunto.
- ¡Joder siempre pensando en lo mismo!
- Vale, que no te la has tirado.
Me cuenta y me cuenta sus dudas. Al rato respondo:
- Estás enamorado seguro, no lo des más vueltas.
Nos quedamos en silencio y de nuevo se arranca.
- ¿Por cierto, cómo me ves de lo mío?
- Bastante bien, le contesto. Estás mejorando, no lo dudes.
- Tú también deberías dejar el tabaco y la cerveza.
- Pues sí que llevas razón. Va a ser un día de éstos.
Siempre paga la cuenta y nunca deja propina. Y siempre me explica que es porque no está acostumbrado.

domingo, 9 de agosto de 2009

Mi corralito.

Van ya algunos meses en que mi mujer (la que vive en mi cerca), se lleva bien conmigo. Yo hago como que no me doy cuenta no vaya a ser que cambie de opinión y la jodamos. Desde nuestro descasamiento sé que la pongo los cuernos pero no se lo confieso porque, como es con ella, me va a resultar difícil largarme con la otra.
En cuestiones rumberas lo llevamos. Tras muchos años sin criterio sexual definido hemos encontrado por fin el equilibrio; follamos cuando ella quiere o tal vez debería decir cuando le sale del coño y así la cosa funciona. Y es que como todo el mundo sabe el que no se lleva bien con una mujer es porque no quiere, ella.
A Marina la parió una madre, también de nombre Marina. Tiene y tenía una hermana de nombre masculino y algunos hermanos que recordar no quiero. A las tres las tiré los tejos pero tuve que optar y pelillos a la mar. Luego conocí a mis cuñadas pero ya no me quedaban tejos que tirar.
Con el tiempo produjimos tres retoños que a día de hoy se mantienen en la cerca. Respetamos el pacto y lo llevamos bien. Yo no les doy por el culo y ellos no me tocan los huevos. Y espero que, cuando llegue la ocasión, alguno me pase cervezas a la residencia.
Y de momento, un saco de cemento.

sábado, 8 de agosto de 2009

No tengo arreglo.

Pitágoras ha llegado a la ciudad. Lo encuentro cocido sujetando barra en el bar que también frecuenta Arquímedes. Me lo presenta, parece majo y hablador.
Me cuenta que desde que le dejó su chica, una preciosa nubia rubia de diecinueve, no levanta cabeza. Y ni siquiera la había terminado de pagar. Con su famoso teorema triangular había juntado algunos dracmillas que le proporcionaron la entrada para la chica de marras. Notando que el asunto se pone tierno cambiamos el tercio y pedimos unos cacharros.
Ahora está con un tema nuevo. Pretende asociar a cada ángulo unas razones en función de los catetos y la hipotenusa de un triángulo rectángulo, seno, coseno y tangente me dice que las ha nombrado, quizá en recuerdo de la africana. Le cambia la cara mientras me lo cuenta olvidadas ya las penas.
Incluso le ha puesto nombre a la nueva ciencia asociada, Trigonometría. Le aconsejo que registre el nombre cuanto antes por aquello de los buitres tradicionalmente abundantes en Hispania. Se descojona.
Tiene los cálculos para cero, treinta, cuarenta y cinco, sesenta y noventa grados y algunas bonitas relaciones entre las razones. Está que se sale.
-¿Y para veinticinco?, le pregunto.
- ¡Joder, para veinticinco, la cosa está jodida!
- ¿Y para diez, veinte o cuarenta?
- ¡Estoy en ello, estoy en ello, me estoy currando algunas fórmulas más y una tabla!
- Vale, vale, que todo tiene su aquél, le digo para suavizar.
Cuando se marcha Arqui, que entra a las seis en su curro de pocero, decide irse con él porque dice, también tiene que madrugar.
Y me quedo sólo sumergiendo los hielos con los dedos en el alcohólico fluido. Luego los saco y dibujo triángulos en la barra.
Creo que otra vez la he cagado.

viernes, 7 de agosto de 2009

Ven al país de Lolita.

Si te gustan los territorios del límite, si te gustan las mujeres y eres hombre o si eres mujer y te gustan los hombres o las mujeres, este puede ser tu viaje. El precio que hay que pagar no es alto. A estos lugares siempre se viaja sólo y de ellos nunca se vuelve del todo.
Tras la primera experiencia sólo la idea de regresar ya te colocará, te cambiará la respiración, te llevará a estos extraños territorios del borde dónde se es y se está distinto y de dónde no conviene pasar.
Para este viaje yo diría, y así lo hice yo, que se debe empezar por la novela, pero imagino que hay otros caminos menos pedregosos. Empezaremos la promoción por aquí que, aunque es billete ligero, a mi me lleva en un plis. ¡Oh, sí! ¡Dios!
Pero vamos, que también se puede uno largar a Benidorm o Las Bahamas. O incluso a Parla. Que si te gusta el turismo, a lo tuyo con el mecanismo.
Algún día cuando sea mayor me quedaré a vivir en éste o algún otro lugar de la frontera y al final, espero seguro sea así.
Javier Ortiz en concreto está en Jamaica.

Hablando con Fernando.

Me comentó Arquímedes el otro día tomando un café que siempre doy cera para el mismo lado y nunca al Zapatero. Vamos, que me se ve el plumero.
Y como que me dejó tocado el maricón del griego.
Lo cierto es que razones tengo para darle y para no darle. Siempre me quedo en la duda, con la mano levantada, saludando al personal.

Como me decía el eminente periodista, catedrático y amigo don Fernando Riquós, “no es momento de cargar las tintas contra el centro-derecha y menos empujando hacia la izquierda”.
- ¿Te refieres al Psoe, Fernando?
- Pepe, me refiero al P, que no al PP y además, sin acritú.
- ¿Y qué sabes de Guerra?
- Que los problemas suelen derivar de malos entendidos.
- Y ya que hablas de conducción, ¿hacia dónde nos lleva esto?
- Hacia un pragmatismo materialista metahistórico de bajo nivel.
- Pero ¿Y qué queda de la revolución?
- Como diría Fidel, el mareo de las últimas vueltas.
- Vamos, que de follar, ni hablamos.
- Efectivamente estimado amigo ni hablamos, que ya no estamos en edad.
- ¿Y las nuevas generaciones, Fernando?
- ¡Ni hables de ellas chaval, que no conviene mentar la bicha!
- ¡Venga Fernando!, no te mosquees, ya pago yo.

jueves, 6 de agosto de 2009

Gerardo Díaz Ferrán.

Dice Ferrán que los empresarios son, a imagen de Dios, los que crean empleo y que no hay más hostias. Que ellos son las gallinas, que son antes del huevo y punto en boca. Y que en realidad no plantean bajar el despido sino subirlo y que la culpa de todo es de todos menos suya, ya que ellos son, los que nos llevan de excursión. Que hay por ahí un cabrón hijo de un Zapatero y que la Esperanza es cojonuda (pues lo mismo se la follao).
¡Váyase a tomar por el culo don Gerardo!
Por favor ¿no hay por ahí algún empresario decente, no necesariamente de derechas, con dos dedos de frente y pelín de tiempo libre para sustituir a esta acémila?
Y para que no queden dudas:
Que sí, que la estructura de nuestro mercado laboral de los cojones que se dice no es que necesite una reforma es que precisa una rehabilitación. Empezando por el tema de los contratos y los despidos y continuando por los casposos Sindicatos.
Y que sí, que al tema de la estructura empresarial también habría que darle dos o cinco repasos, empezando por los olores a muertos y a llevárselo muerto, continuando por la diestra Ceoe y en particular, despidiendo al Señor Díaz.
Sin indemnización claro está como a él le gusta y de la Madre Patria.
Como no sé quién dice por ahí, ¡Vaya panda!

miércoles, 5 de agosto de 2009

Lady Laura.

Tengo una coleguita, de nombre Laura, que es un sol de prostituta. Como la gente con la que no me relaciono tiene conocidos tan chachi-pistachi a mi solo me han dejado los elementos del lado oscuro, aunque brillen con luz propia como es el caso.
Al llegar a la edad de trabajar Laura, para los amigos Lily, se planteó que viniendo de donde venía en cualquier caso habría de chuparla por lo que decidió, con un par de ovarios, aceptar el reto literalmente.
Ya se iba haciendo al oficio cuando sufrió un accidente laboral que la S.S. nunca ha reconocido, se quedó embarazada y tuvo un niño al que puso por nombre Ramón. Ramoncín es, como ella dice ahora mientras se descojona, un verdadero hijo de puta y nunca sé bien a quién se refiere.
Como es persona de orden dónde las haya está dada de alta como autónoma en el epígrafe de actividades formativas diversas y cumple sus deberes fiscales religiosamente. Y se está comprando un loft, o como ella dice, una verdadera y digna casa de puta.
Ahora, este mes, le acaban de revisar el aparato genitourinario y la hipoteca. De los bajos me comenta que anda bien y la cuota prestataria se la han reducido 500 pavos. Y me advierte que no tiene nada que ver con las clases particulares que dispensa a don Luis, el director de la sucursal de la Bbk donde tiene sus haberes.
Lo que no entiende bien Lily y a mi tampoco me cabe bien en la cabeza es como puede ser que un bien que se planteó le costaría cien mil servicios ahora le salga por setenta mil.
En fin, como ella dice ¡Unas cuantas miles de mamadas menos hasta la jubilación!
Es curioso, desde que la conozco y ya va para tres años, nunca he tomado clases con ella.
No sé por qué, siempre que nos surge el tema, me pongo tierno.

martes, 4 de agosto de 2009

Ser de izquierdas.

Y entonces, ¿Qué es ser de izquierdas?,
me increpa un excolega tras aguantarle sarta gilipoyeces
sobre sus vacaciones y su memovolumen blue.
¡Qué es ser de izquierdas! ¿Y tú me lo preguntas?
De izquierdas no eres tú.
¡Cansino!
(que ya es que eres cansino)

lunes, 3 de agosto de 2009

Si te dicen que cayó.

Hoy al cuadrado, es decir hoy por hoy, ni soy vasco, ni filósofo, ni tampoco homosexual, aunque todavía estoy a tiempo de ser las tres cosas; homosexual porque todo es cuestión de ponerse, filósofo porque me va la marcha y vasco porque tengo entendido que los vascos nacen donde les sale de los cojones.
Dice don Fernando Savater que el concepto de Euskal Herria es una chorrada. Y yo, harto de oír gilipoyeces y al que los conceptos en principio no le parecen chorradas, me pregunto ¿qué me quiere decir don Fernando?
Sencillo, que soy ignorante o tonto o terco o imprudente u obstinado. De momento parece que puedo elegir.
¡Joder, Fernando, por lo menos te podías explicar!
Pero no, Fernando no necesita explicarse, es un filósofo de formación divina, habla directamente con Dios y debemos agradecer que tenga a bien transmitirnos sus conocimientos.
Pero resulta que yo también hablo con Dios cosa que Fernando no sabe y me cuenta...
Sucede que el Señor habla euskera en la intimidad, ve los partidos del Athletic (tal vez debería decir se fija en, porque verlo lo ve todo), y la virgen María en realidad y aunque poca gente conozca, es de la cáscara amarga vasca, nacida en Barakaldo. (De ahí su escasez en cuanto a relaciones sexuales).
Y me ha dicho el Señor que como Fernando siga diciendo chorradas le va a mandar un rayo que se va a cagar la perra.
Vamos, que si le cae el rayo a Fernando no hagáis caso si os dicen que fue Eta.

domingo, 2 de agosto de 2009

Estoy sin perro.

Mi padre también era un buen tipo. La sensación cuando le perdí fue parecida a cuando a un cazador se le muere su perro. Sí algo así fue.
También fue cazador y tuvo perros. Y padre que también se le murió.
A mi padre le gustaban las mujeres más que a un tonto unos palotes, el vino, la fiesta, la siesta y el cachondeo. Era un vividor aspecto que yo no he heredado.
Lo que si he heredado de él son las migrañas, su maquinilla de afeitar, su llavero, un par de zapatos y ahora noto que una cierta cantidad de mala hostia.
También algunas pelillas pero están en un saco de mierda.
Desde que él no está ni siquiera voy al campo que tampoco sé si queda, he perdido un tanto el norte y me ando como puta por rastrojo.
Y no puedo ir a cazar. No encuentro perro.

sábado, 1 de agosto de 2009

Que no, que no paso por el aro.

Vaya por delante, por si cae por aquí algún descerebrado, que me pone la reina pero no que alguien mate a otro alguien. Tampoco me mola, por decir algunas otras lindezas, que se abuse, que se engañe, que se destruya, que se robe o que se amenace. Nunca me hizo ni puta gracia la peña que se descojona dando collejas. Incluso me disgusta que el personal trate mal a su perro y estoy pensando en hacerme vegetariano. Vamos, que soy un tipo raro, alguien que siente que, cuando hay que evidenciar lo evidente, es que algo no funciona.

El martes de esta semana Eta, esta vez parece que no nos engañan, ha puesto una bomba en Burgos y anteayer ha matado a dos guardias civiles, uno de ellos de origen burgalés. Podría flipar y decir que yo, que también he nacido allí, si me hubiese quedado, a lo mejor me habían entruñado, por lo que, por razones obvias, me veo en la honorable tesitura de condenar el suceso. O que no, que no es que me preocupe por mi, sino que tengo un alma enorme y me solidarizo con el personal afectado y condeno. Pero no, no sé que pasa que cuando siento que me dirigen me salen granos.
Yo no obligaría y ni siquiera pediría a nadie nunca que condene nada. Porque, para empezar, no vale para nada Es más, me importa tres cojones que el personal haga apología de la pederastia, los genocidios, o el canibalismo. Lo que no soporto es que la gente se folle niños, mate otra gente en abundancia o se coma a sus vecinos.
Y otras cosas son otras cosas y el que las mezcla sabrá por qué, que yo también.
Sin embargo, por aquello de llegar a acuerdos, ¿imaginemos? que obligamos al personal a condenar la violencia o, por ejemplo, la caza del oso alcoholizado.
Como no parece correcto condenar sin ton ni son, intentemos poner orden...
¿Qué ideas, opiniones, actuaciones, vestimentas, etc. serán de obligada condenación? Una lista habrá que hacer.
¿Cuánta y cuándo ha de ser la condena? Una vez al año, al mes, cuando se alcanza la mayoría de edad, ante ciertos hechos tasados, el día de la Constitución,...
¿Cómo ha de ser la condena? Oral, por escrito, en un modelo normalizado, individual, colectiva...
¿Dónde ha de efectuarse la condena? A la entrada del curro, ante un fedatario público, en la plaza mayor del pueblo...
Y si alguien no condena o no lo hace en tiempo y forma o condena así como si no condenara... ¿Cuál será su condena? ¿Y si alguien condena estas condenas por no condenar, ¿Cuál será su recondena??
En fin, que si nos serenamos un poquejo y reflexionamos una miaja a lo mejor hasta solucionamos alguna cosilla.

Me he entretenido en buscar los significados en la Rae de la palabra condenar.
Entiendo que, de lo que estamos hablando, es de:
- Reprobar una doctrina, unos hechos, una conducta, etc., que se tienen por malos y perniciosos.
Sin embargo la palabra también tiene otros significados que, si uno se pone, se prestan a reflexión. Me he quedado con estos dos:
- Cerrar permanentemente o tapiar una puerta, una ventana, un pasadizo, etc.
- Dicho de una cosa: Conducir inevitablemente a una situación no deseada.
Y es que el idioma es muy curioso.