Solidaridad organizada.

Es curioso, cuánto más se la pela al personal todo y cada cual va más a su puta bola, más proliferan las organizaciones altruistas y solidarias. Eso sí, todas o subvencionadas o con apoyos fiscales del copón, que parece ser que una cosa es ser buena gente, ¿gente bien? y otra gilipollas.
En definitiva se trata de trasladar recursos de los currantes, que son gente que no sabe de solidaridades, gestionarlos con mimo y atender necesidades prioritarias. Todo ello teniendo en cuenta que la solidaridad, como la caridad bien entendida, empieza por uno mismo.
Gustito da ver que en el fondo hay tanta gente que es buena.

Pues venga, ¡detectémoslos y a tirarles al fondo de una puta vez!