sábado, 30 de enero de 2010

SS. Para terminar. La de arena.

Dicho lo dicho y queda dicho, imaginemos ahora juntos al más pringao y al más listo que se acaban de enterar de las medidas jubilatorias zapateriles. Supongamos también que ambos son inteligentes.
¿Quién estaría más cabreado?
Pues, ahora sí, queda todo dicho.
Una última referencia.
--------
Disculpadme, pero voy de bajón.

3 comentarios:

  1. Estás en tu casa.
    Bailemos.

    ResponderEliminar
  2. Ánimo Pepe; el día menos pensado montamos el cubículo gaseoso del sister´s Marta, donde cabrá de todo (menos listos): buen rollito para pringaos, humito del guapo, masajes por doquier, baile con Anabel... y, si es preciso, un pezoncillo para Miguel.
    AM

    ResponderEliminar
  3. Imposible imaginar al más listo y al más pringao ambos inteligentes.

    ResponderEliminar