Paradógico feminismo.

Ayer lunes, mientras subía por la calle Atocha, me crucé con una manifestación feminista, es decir, un montón de mujeres de una cierta clase y en evidente actitud manifiesta.
Me sentí agredido en lo ideal pero cómodo y divertido en lo personal. Era su probable enemigo, un hombre, caminando en dirección contraria además de cuesta arriba.
Al final de la procesión, unos vehículos de limpieza y detrás de ellos, una última persona con un escobón y preocupada de que no quedara en el suelo ni un puñetero papelito.
También era una mujer pero tenía, a diferencia de las que iban delante, además de la preocupación y el escobón, la tez oscura.

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On the other hand, me entero de que José Barea se plantea y nos plantea la supresión de los ministerios de Vivienda e Igualdad y la integración del ministerio de Incultura en el de Deseducación.
No me parece mal aunque creo que mi tocayo don José se queda corto en el replanteo.

El problema ahora es que parece se nos jode un tanto la paridad de género sexual...

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Ella lo ve así de claro:

“Yo, Badra, declaro no tener otra certeza que ésta: soy yo quien tiene el coño más precioso de la tierra, el mejor dibujado, el más opulento, el más profundo, el más cálido, el más baboso, el más ruidoso, el más perfumado, el más cantarín, el más aficionado a las pollas cuando las pollas se yerguen cual arpones.”

Casi da miedo...