miércoles, 1 de diciembre de 2010

Jugando con las cosas del comer.


Si bien es cierto, como regla general, que donde tengas la olla no metas la polla, creo que en esta ocasión se podría hacer una excepción.
Yo, por esos ojos, daría una vida. Y no sigo, porque me pongo malo. (y porque no tengo más vidas).
Una pregunta... Si siempre se han comprado vivienda los que ganan mucho, ¿qué sentido tiene que sólo la puedan deducir del Irpf los que ganan poco?
(Perdón, que había confundido ganar con declarar).
Bueno, parece ser que con prometer quitarle el chocolate al pobre loro, vender dos anillos de la abuela y con un sobrecillo al de la puerta se han calmado los mercados... ¡Y es que mira que hay perros especuladores!
¡Y lo más jodido de todo es que no nos dejan trabajar!
(Es un decir, un suponer, un referir, que como todo el mundo sabe, en España trabajando, no se gana lo que se dice dinero).
Por cierto, gracias papá Trichet. (Que de bien nacidos...)

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