Me comentan mis amigos invisibles que es raro lo poco que me meto con la derecha. Y la razón es muy sencilla. A mi solo me interesan los que están en el puente y los que además, me han quitado la gorra roja. Y que lo mismo para tirarlos del puente hay que volarlo con dinamita liberal. No pasa nada, no sería la primera vez. Ya cruzaremos.
Y por decir algo de los otros. Pues los otros, de momento, son casi todos, los unos y los otros, los del puente y los que chupan pollas bajo el puente. Ahí está el problema, no nos engañemos.
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