Y yo me pregunto: Si a alguien, desde pequeño, lo que le gustaba es ser cura, ¿por qué ha acabado siendo periodista?
Y para acabar: Ramón, alias Ramoncín, no piensa como dice que piensa sino, más bien, como dice Simón que, por cierto, no me creo que piense como dice. En definitiva, curas rancios, pecadores idiotas, mentirosos, hipócritas y mamapollas. En definitiva: Teatro y del malo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario