
El Gobierno de José María Aznar, el mismo que decía aquello de que “contra ETA no hay atajos”, azuzó a la Audiencia Nacional contra Egunkaria, el único diario que se editaba en euskera. “Alguien pensaba que no nos atreveríamos a cerrarlo”, decía Aznar sobre el cierre de otro diario, el Egin; y la misma doctrina se aplicó con Egunkaria, a pesar de que las pruebas de la Guardia Civil contra este periódico eran aún más endebles. El juez Garzón no vio indicios para seguir adelante, pero el caso acabó en manos del juez del Olmo, que sí se animó. Tres años después, con el diario ya cerrado, la fiscalía se retiró de la acusación por considerar que no había pruebas objetivas para llegar siquiera a juicio. Sólo permanecen contra Egunkaria la AVT y la asociación Dignidad y Justicia.
La situación actual es vergonzosa: sólo con la acusación popular, sin el respaldo siquiera del fiscal, ningún juez habría ordenado algo tan irreversible como el cierre de un diario. Pero el daño ya está hecho. Pase lo que pase en el juicio, que probablemente absolverá a los acusados, el periódico no volverá a los quioscos. La sentencia es inane: Egunkaria ya ha cumplido su condena.
Tomado del blog de Nacho Escolar y en recuerdo de Javier Ortiz.
(Ya sé que el copia pega da poco curro pero, ¡para lo que me pagan!)
Muy sospechoso esto de la gente que defiende a los sospechosos...
ResponderEliminarFlipo.
ResponderEliminarSe podría decir más alto...
ResponderEliminarSalu2
inane: vano, fútil, inútil.
ResponderEliminar(fútil: de poco aprecio o importancia).
(vano: vacío).
inútil: la Justicia a día de hoy.