martes, 29 de diciembre de 2009

Yo mismo con el mecanismo.

Siempre ha ocurrido, me parece, que hay seres humanos que no pueden “soportar la vida”. Cuestión distinta es intentar razonar si ello sucede por como son o por las circunstancias concretas de su entorno. Probablemente, sea una mezcla.
No hace mucho tiempo el asunto era sencillo. Si uno cruzaba la frontera o aún no cruzándola alguien juzgaba que así era, se le encerraba y en paz. En el caso contrario simplemente se jodía, existiendo la posibilidad de buscar compañía en algún producto natural, que en nuestro ámbito solía ser el alcohol.
Ahora cualquiera puede, sobre todo si es pudiente, cruzar incluso voluntariamente la barrera de la enfermedad mental un poquito, como si tuviera gripe, que ya no está tan mal visto. Y existe un sistema de arreglar individuos con el apoyo de la química.
Lo que yo creo que ocurre es que no se afrontan las causas sino los síntomas, la base del tratamiento es precisamente olvidarse de ellas y el objetivo final conseguir que el anormal mecanismo social funcione como si no lo fuera. El definitiva, con lobotomías light se arreglan las piezas cuando el problema es la máquina que no funciona.
El negocio, por otra parte, parece ser rentable y han surgido otras castas de arregladores con el mismo objetivo pero basándose en una particular imposición de manos.
Yo, aún reconociéndome mala pieza, como por tantos otros sitios, por ahí no paso. Ni quiero ir al taller ni me gusta que me pongan la mano encima.
Jodido pero ¡Con dos cojones!
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Como las penas con pan son menos, ahí van unas palomitas:

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