Si os aburre podéis pasar directamente al polvo, allá por la horita más o menos de visionado.
Por cierto. Si Irene Montero supiera usar el cerebro y no pensara con el coño estaría de acuerdo conmigo en que esta película es feminista. Y ello en el sentido que la palabra feminista debería tener en el siglo veintiuno.
Y ya que estamos con cine. Si el personal no estuviera tan acostumbrado a tragar semen la última película de Pedro Almodóvar le parecería una triste paja de viejo. Y que conste que no tengo nada en contra ni de las pajas, ni de lo viejo, ni de lo triste. Ni siquiera, de tragar semen.
Por cierto. Si Irene Montero supiera usar el cerebro y no pensara con el coño estaría de acuerdo conmigo en que esta película es feminista. Y ello en el sentido que la palabra feminista debería tener en el siglo veintiuno.
Y ya que estamos con cine. Si el personal no estuviera tan acostumbrado a tragar semen la última película de Pedro Almodóvar le parecería una triste paja de viejo. Y que conste que no tengo nada en contra ni de las pajas, ni de lo viejo, ni de lo triste. Ni siquiera, de tragar semen.
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