Pues resulta que está de moda ser solidario, que no solitario. Bien me parece.
Definamos, para entendernos, un hostiardo igual a 100.000 millones de euros y un leurardo igual a 1.000 eurillos.
Este año, según dicen, va a gastar el Gobielno un hostiardo más de lo presupuestado, lo que supone aproximadamente un diez por ciento del pif y bastante más de la mitad de lo acordado.
Lo que equivale a algo más de 2 leurardos de deuda por españolito incluyendo los maduros y los chiquitos.
Y la peña acepta este pulpo como animal de compañía sin problemas, solidariamente.
Imaginemos que, siendo lo mismo, cada ciudadano tuviera que endeudarse con su parte solitariamente.
Dado que los niños de pecho y los abuelitos no pueden de poner, y a los pobres no les vamos a pedir (y de los listos que se escaquean ni hablamos), imaginemos, ya que de momento imaginar es gratis y por redondear, que tocáramos los paganos, por decir algo, a 6 leurardos.
Un millón de las antiguas petetas que cada uno debería de pedil a su entidad financiero-bancaria habitual y abonar periódica y religiosamente.
Si esto se propusiera el rechazo sería total y meridiano deduciéndose de ello que el personal prefiere gestionar el tema de manera solidaria.
¿Y cuál es la razón de tan loable elección inclinada a la solidaridad?
Pues sencilla. Que todo el mundo piensa, que el pagano va a ser otro.
Y rodando rodando le dieron por el plisqui a Fernando.
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