domingo, 23 de agosto de 2009

Las patas y el pan.

Me gusta despatarrar algunos libros y algunas mujeres. A ciertas mujeres sólo cuando se dejan y cada día menos. A ciertos libros, sin piedad.
Si las mujeres no se dejan pero me lo piden, en algunos casos las despatarro igual pero de otra manera. Los libros siempre lo piden y siempre se dejan pero, lógicamente, no siempre los despatarro.
Vamos, que tampoco sólo de despatarrar vive el hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario