Mario, mi hijo menor, se aburre en el colegio, molestia que acepta con ejemplar paciencia cristiana. Y estoy negociando con él una proporción de ausencias pactadas para hacerle la vida más aceptable.
¡Oye, que esto que te den por culo no es lo suyo mientras se puede evitar!
Pesadito empieza a ser esto de que haya tanta gente que pasa por el bosque y sólo ve leña para el fuego.
¡Oye, que esto que te den por culo no es lo suyo mientras se puede evitar!
Pesadito empieza a ser esto de que haya tanta gente que pasa por el bosque y sólo ve leña para el fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario