miércoles, 23 de septiembre de 2009

No sé si lloran, pero sí sufren.

Cuidado con la obsesión de ir tanto a por los ricos que también tienen sus problemas...
El sufrimiento de los ricos creyentes es doble: Por una parte los pobres parece que tienen una relativa mayor probabilidad teórica de ir al cielo con preferencia a ellos y por otra, una bastante mayor probabilidad real de llegar antes.
Los ricos no creyentes son igual de aburridos y molestos que los otros pero en principio, como las garrapatas, ni sufren ni padecen. Al final siempre se cambian de bando por si acaso y sufren un poco porque es jodido llegar a viejo sin nada, excepto dinero.
“Mi sueño es parecido al de Picasso; tener algo de dinero para vivir tranquilo como los pobres”

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