Discutía yo con mi padre, cuando tenía yo padre, más ganas de discutir que ahora y sitios hermosos donde hacerlo, que la elegancia costaba dinero.
Y no digo yo que mi padre fuera especialmente educado, ni estuviera particularmente dotado de virtudes, pero apreciaba la vida, la belleza y no era miserable.
Malos tiempos corren hoy, desde mi punto de vista, para la vida, la belleza y la inteligencia.
Debe ser que en este siglo, múltiplo de siete y de tres, no toca.
Y aquí seguimos pasando
porque hoy la vida es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
(Pero en estos nuevos tiempos,
regueros de aceite y mierda).
Y aquí seguimos pasando
porque hoy la vida es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
(Pero en estos nuevos tiempos,
regueros de aceite y mierda).
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