La corrupción y el rosa.

Parece que las cosas cambian, pero no tanto.
Se puede ser inepto, mentiroso, corrupto o un vulgar golfete del montón. Ahora, maricón, sólo en algunos casos.
Que sí, que sí, que somos muy partidarios de que los gays se casen pero con el chiste detrás, es decir, como los curas (si se quieren) y de rosa. Y otra cosa es que nos toquen los huevos, es decir, el bolsillo.
El caso es que este chico, Camps, un tanto delicado en un país de machos, lo mismo la caga por lo suave.

Uniéndome a la vulgaridad del chiste fácil que vuelve a estar de moda, le van a dar por la derecha y por la izquierda y no, por dónde le gusta.
Además, la lista de los sospechosos va creciendo: De la Vega lesbiana, Rita Barberá marimacho,... (y no quiero seguir por no alimentar mentes bastardas).
Me preguntaba esta mañana Mario (9 años) camino del colegio si creía que Zapatero era mariquita.
Le he dicho que no, porque hasta dónde yo sé, ni tiene pintas, ni vuela.
Otra cosa es que tanto macho y hembra de rigurosa clasificación heterosexual se sientan sodomizados por Zp.
Incluyo unos chicos, como os prometí.