domingo, 4 de octubre de 2009

¡Que no hostias, que no!

Leo que el Bbva es una empresa privada y que como tal, según sus accionistas deciden, paga lo que quiere al que le sale de la polla. Y que el tal Goirigolzarri (el que metió el gol con la mano), ha hecho crecer mucho al banco. ¡Qué puta manía de todo dios con crecer! Y que es el copón, chico experto, muy listo y tal y tal y tal.
Pues ni me parecen este tipo de empresas de libre competencia, ni que sus accionistas decidan, ni nada particular el tal Jose Ignacio (que como dice don Andrés, el que tiene cara de gilipollas lo es). Y no sé como ha llegado a ese sitio, pero me lo imagino.
Lo que sí sé es que todos los días se están aportando 300 millones de euros de todos al sistema que se dice y que unos cuantos listos se lo siguen llevando muerto.
Porque claro, no parece muy sofisticado, entre otros, el negocio de que te estén aligerando dinero al 2 y lo estés prestando al 11. Y hasta aquí, sí que llegan los Jose Ignacios.
¡Pero si las ofertas del Bbva están diseñadas para subnormales profundos!
Sí, éste debe de ser el problema.

2 comentarios:

  1. Ahig, que mala es la envidia.

    ResponderEliminar
  2. Y la avaricia y la ignorancia y la lujuria y la presbicia...
    ¿y?

    ResponderEliminar